El subprograma de clasificación y manejo de residuos peligrosos considera tanto la naturaleza de los desechos como el grado de riesgo que representan, clasificándolos en dos grandes categorías: químicos y biológicos. Dentro de los biológicos se encuentran los biosanitarios y cortopunzantes, los cuales se recogen a través de una ruta interna que cubre los distintos espacios donde se generan, como los laboratorios y el centro de bienestar. Para garantizar su seguridad, los residuos biosanitarios son depositados en bolsas rojas debidamente identificadas y los cortopunzantes en contenedores especiales.
En cuanto a los residuos químicos, al igual que los biológicos, reciben un tratamiento diferenciado que abarca su recolección, transporte y almacenamiento temporal, antes de ser enviados a disposición o tratamiento final mediante empresas especializadas.
Gracias a este sistema de gestión, durante 2024 se manejaron de forma adecuada 2,5 toneladas de residuos peligrosos, asegurando el cumplimiento de la normativa ambiental y sanitaria vigente, y minimizando los riesgos para la salud y el medio ambiente.